Desde el siglo XV datan estas impetuosas construcciones que se elevan muy por encima de las montañas, hogar de una antigua civilización que llevó la arquitectura a otro nivel, con grandes estructuras de rocas talladas a la perfección y formas que guardan un secreto que permanece latente entre sus paredes.
Enlista a las siete maravillas del mundo moderno desde el 2007 y no solo eso, sino que en 1983 fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, este hito histórico no es cuestión de pura casualidad, ya que el verde colorido de las montañas y las nubes que las cobijan, incluido con el majestuoso laberinto de formas que adornan las alturas, han hecho de este un sitio preferido por los turistas y no es para menos que todos conozcan por lo menos de nombre el lugar que encierra un enigma que en la era actual no tiene explicación.
Un material de diferentes composiciones de granito, feldespato, cuarzo y mica con figuras rectangulares en su mayoría, todo esto se lo conseguía de fuentes cercanas a la montaña, las estructuras fueron diseñadas según los criterios astronómicos que alinean en algunos casos con las fechas de solsticio, para nada casual. Además este lugar se sitúa entre dos montañas que son traspasadas por dos grandes fallas geológicas, más las incesantes lluvias que suponen una dura tarea para quienes construyeron este asentamiento incaico.
Pachacútec, el “Inca del cambio del rumbo de la tierra, digno de estima” fue el noveno gobernante del gran imperio: el Tahuantinsuyo, el cual lideraba en toda esta gran comunidad, a mediados del siglo XVI este era un lugar de descanso de este personaje muy importante para esa época.
Existen tres épocas que dieron tuvieron una fuerte influencia en este sitio ancestral: la época incaica que estuvo gobernada por Pachacútec, primer inca del Tahuantinsuyo, donde habitan de 400 a 1000 personas, desde lo cuál se empezaron a construir edificaciones civiles y religiosas, era una zona agrícola. Tras la muerte del líder sus propiedades pasaron a su predecesor que recaía en la administración de su panaca y para los siguientes gobiernos Túpac Yupanqui (1470-1493) y Huayna Cápac (1493-1529).
En la época de transición, con la llegada de los españoles las poblaciones se vieron reducidas y mermadas la localidad de personas que allí vivían, por lo que este fue un tiempo en el cual transcurrían a su paso extranjeros, donde no solo quedó deshabitado el pueblo, sino que se dieron sucesos como la destrucción e incendio del Torreón del Templo del Sol.
La época de la colonia y la república después de la caída del reino de Vilcabamba en 1572, se mantuvo en manos coloniales, cambiando con el paso del tiempo hasta la llegada republicana desde 1821; aunque este es un sitio remoto y alejado por lo que no sufrió el hecho de tener construcciones y edificaciones de los nuevos gobernantes, sino más bien que con el paso de los años fueron colonizadas por la vegetación del bosque nuboso.
Desde entonces han sido muchas más las historias que han pasado por este mítico poblado, desde su redescubrimiento, hasta los reportajes y visitas de gente muy famosa que ha sido atraída por este espectacular lugar que sigue dando de que hablar, pues son tantos los secretos que oculta, que permanecen y son contados por los guías. La zona está dividida en el Sector Hanan, donde podemos hallar el templo del sol y la plaza sagrada; y el sector Hurin que alberga la roca sagrada y escalinata de las fuentes; además de la zona de las canteras donde fueron encontradas muchas piezas arqueológicas de valor cultural y por supuesto que también hay otras cosas de interés como los canales, entrantes y salientes, rocas a medio cortar y rampas para movilizar las mismas.
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